martes, 24 de mayo de 2016

Cúlpame…


Soy un desastre de emociones, ¿que podrías esperar de mi? tan solo cúlpame por tu desgracia y dispara contra mi todas tus verdades, también aquellas mentiras con las que te gustaría verme arder en el infierno de tus ojos, cúlpame y corre, corre para salvarte de tu desdicha al verme tirado en el piso, aun, contemplando la belleza de tu ser. Soy un susurro dedicado a tu silencio, una mala palabra en tu discurso elegante, así que cúlpame y pon a mi cargo, todas las lagrimas que has derramado y solo si quieres, todas aquellas que faltan por derramar.

Soy aquella cosa que no puede componerse, ese paso que siempre tropieza con la piedra del camino, solo porque quizá, me he encariñado con esa miserable piedra que me hace caer, si decidiste convertirme en la piedra de la que te has encariñado, no busques confort en los gritos que no logres entender, ni en los silencios que mal interpretes, porque aquí solo sobra dolor, para que selles todas tus sonrisas con un beso que no deje maldecir aquella blasfemia a la que hemos llamado vida.



Cúlpame por llenarme con imágenes desagradables e insultos a lo sagrado, maldíceme por quererte en medio de tanta basura y con toda esta basura que poseo en mi cabeza, aun querer darle nombre a los prestigios de humanidad que llevo dentro, me gusta apreciar la belleza natural, aquella que va enmarcada en blanco y negro, fantaseo con violaciones y asesinatos que al final, logran causarme orgasmos por las noches solitarias donde pienso en ti, donde pienso en las fotografías que te has tomado, que te he tomado y aquellas que desearía tomarte.

Soy un desequilibrado que solo encuentra equilibrio al escribirte a ti, al escribirle a cualquiera que sea capaz de ver a través de estas enfermas ganas de satisfacer mis gustos en la distancia y la miseria, si… solo se causar sufrimiento, cúlpame por no querer abandonarte a tu suerte y preferir que seas infeliz conmigo a que seas feliz con alguien más; voyerista por excelencia, perdido en unas cuantas palabras de amor que al final de cada texto pierden el sentido, porque sin sentido, termino escribiendo.



Cúlpame por ese sentimiento que despertó aquel día, así como me culpo yo, por dejar que ese mismo sentimiento naciera al verte, no es tu belleza la que me mantiene a tu lado desgarrándote la vida, es tu desorden el que vale la pena apreciar en medio de tanto desastre, después de todo, ¿que mas puedes esperar de un ser como yo? que sueña con hacerle el amor a la muerte, mientras los cuerpos inertes se acostumbran al frio que fueron entregados, cuando los abandono la vida.


Cúlpame por ese vacío que sientes en el pecho cuando miro en otras direcciones, por escribir a otros horizontes, ódiame mientras haces el amor con alguien más, pero aun así me recuerdas, escríbeme cuando quieras insultar a la vida, llámame, cuando quieras entregarte a la muerte, di mi nombre cuando quieras olvidarte de ti, que estaré esperando tu fotografía, acompañada de todo ese desastre que llevas dentro, para contar los escombros que el paso del tiempo, ha dejado en nuestros corazones.  


Modelo segunda fotografia: ANA GOMEZ




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